Otra vida para ese momento

¿Qué puerta golpearías antes de morir?…

El personaje de esta novela voraz y fascinante, no quiere dejar este mundo sin volver a ver a un amor de juventud; una mujer a la que, por cobardía, o temor a perder su libertad, no supo conquistar en Montevideo cuarenta años atrás… “¿O eran cincuenta?”… No lo recuerda bien.

Ella vive ahora en un pueblo perdido de la Patagonia, en Argentina, y él está decidido a saber si la obsesión que lo quemó por años fue real, o fue sólo eso, una vana obsesión.

“Cumplí con todos y con todo. Y cuando no fue así. Fue porque algo superior a mis fuerzas me lo impidió. Así que ahora. Que compré con galones de sangre mi derecho a decir yo. Y a volverle la espalda a todo lo que fui. Libre y sin deuda ninguna. En paz con los hombres y las estrellas. Sin nada que ganar ni que perder. Y habiendo llegado a la edad en la que se pasa inadvertido. Y nadie reclama nuestro consejo ni favor. Viajé a este lugar. A cumplir con lo que me debo a mí mismo. Desde hace medio siglo. Y que llevaré a cabo aunque sea lo último que haga en mi vida mortal”, piensa para sus adentros el héroe de este relato, que más que una historia de amor, es una indagación profunda en los misterios del destino y la soledad, el desencuentro amoroso, la muerte, y la incesante búsqueda de completitud de todos los seres de esta Tierra.

Sin embargo, Alejo Mascaró (cuyo auténtico nombre es Julián), en su búsqueda de aquella mujer del pasado, busca algo que él mismo ignora, pero que presiente, y que lo irá descubriendo, azorado, día a día, sin podérselo creer él mismo.

Montevideo, Patagonia, Buenos Aires… Pasado, presente y futuro… son los escenarios de Otra vida para ese momento, una novela que más que esto, es un laberinto, o un túnel… El delgado y vibrante espacio entre dos dimensiones.