Rusia: el gigante herido
Los gigantes inspiran temor… y augurios. De Tomás de Aquino (teólogo medieval llamado por sus amigos “buey mudo” por su cuerpo voluminoso y su afición al silencio) dijo su maestro Alberto Magno: “Ustedes se ríen del buey mudo, pero yo les digo… ¡Ay de cuando este buey brame!”. Y no se equivocaba. Siglos después, Napoleón señaló un mapa de China y dijo: “Ahí yace un gigante dormido. Si un día despierta… ¡Nada lo podrá detener!”. Y es famosa la declaración de Yamamoto a propósito del ataque a Pearl Harbor:...